Ocupado
Descubrí mi vocación por el cuidado del adulto mayor cuando mis padres enfermaron, tomé cursos para prepararme y ayudarlos a mejorar su salud, después ellos fallecieron y decidí dedicarme a ser cuidadora, me gusta este trabajo y lo hago con mucho esmero, desde niña fui muy paciente, mis padres me enseñaron el amor al prójimo y me dieron un gran ejemplo de humanidad.